- Septiembre 2012
Quienes y cual fue el motivo por el que se construyó la Ermita de la Purísima no ha quedado reflejado en ningún documento que tengamos constancia. En el libro de don Valeriano, punto de referencia para cualquier investigación, “Alpuente y la Santísima Virgen de la Consolación” se señala que fue reconstruida hacia comienzos del 1700 pero la ermita ya debía existir porque había sido utilizada como hospital a finales del siglo XVII en tiempo de pestes. En deliberación de 1683 se determinó “quitasen los sirvientes que había en el Hospital de la Purísima y se pongan otras persona, que sirvan bien y con caridad” Junto a la ermita además existía un huerto y la vivienda del ermitaño.
Es posible que la razón inicial de la construcción del edificio no fuera únicamente religiosa pues fue utilizada como Hospital en un principio, y los hospitales los gestionaban los monjes que vivían en conventos. Por qué se construyó, en qué fecha y quien la financió no hemos podido investigarlo. Seguro que existe en alguna parte algún documento donde se explique la razón por la que se erigió y cuanto tardó en construirse.
Los más viejos del lugar, Carmen Ramos, de 92 años, madre de Blasa, recuerda que en las Eras se celebraba “La fiesta” en la Ermita y que tenía ermitaño, el tío Nicolás, que además de cuidarla, vivía allí y actuaba de enterrador. Esta información la completa Ramiro Rochina, primo de Carmen Ramos que afirma que más tarde fue Miguel Santiago y Loreta los que actuaron como ermitaños. Sin embargo la vivienda fue deteriorándose y al final se mudaron a vivir a Baldovar. El hecho es que desde los años sesenta en la Ermita de la Purísima no se ha vuelto a celebrar culto y la Ermita ofrece en la actualidad un aspecto en su interior descuidado y lamentable.
Valeriano Herrero en el mencionado libro hace referencia a un artículo de Lluch Garín publicado en “Las Provincias” el 6 de Agosto de 1966 y la describe como un bello edificio donde todavía se conservan los restos de un viejo reloj de sol junto a la ventana rectangular del frontispicio. En el interior “la bóveda de cañón está policromada así como la rica decoración de las pilastras y los arcos de medio punto”
Junto a la ermita existe un anexo, donde estuvo la vivienda del ermitaño, ya demolida, y allí a mediados de los años setenta, tal vez, 1976 y siendo Alcalde, Miguel Herrero Cebellán, el consistorio decidió construir un almacén para descargar el trigo, pesarlo y cargarlo en los camiones. Permaneció como almacén de trigo hasta que se liberalizó el precio del mismo y es utilizado en la actualidad por el ayuntamiento. Los vecinos de las Eras hace años formaron una comisión que restauró el techo de la Ermita y que sin duda consiguió frenar el deterioro del edificio y su ruina. Sin embargo en la actualidad todo el conjunto muestra un aspecto descuidado y francamente mejorable.