Los Molinos, Internet o «No hay mal que por bien no venga»

Recuerdo que la primera vez que tuve noticias de este refrán fue un tebeo de “Hazañas Bélicas”  La historia era de un soldado que sufre una herida en el frente de batalla y es trasladado a un Hospital donde conoce a la mujer de sus sueños. Los Alpontinos  hemos sufrido  una “herida” en nuestro paisaje.  Hemos tenido tiempo a lo largo de todo el año 2011 para adaptar nuestra retina a la nueva silueta que muestran ahora nuestras montañas empequeñecidas súbitamente por los gigantescos molinos. No vamos a luchar como lo hiciera don Quijote contra los molinos de viento. Al parecer son una fuente de riqueza para la zona y su implantación ya es irreversible. Sin duda alteran el paisaje y son un peligro para las aves. Sin embargo  las luces cenitales, que avisan de su presencia en la noche,  se han cambiado a color rojo, que como señaló Joan Manel  Bullón, son menos contaminantes.

El hombre a lo largo de la historia ha modificado el paisaje con cultivos, granjas, desmontes, deforestaciones, carreteras. En ocasiones  el resultado puede ser devastador, como determinadas explotaciones mineras, pero otras como en La Toscana  e incluso en algunas zonas de nuestra comunidad se consigue un paisaje amable y hermoso, mezcla de naturaleza y orden. Así que esta es una cicatriz más, tal vez inevitable, de nuestra presión sobre el entorno.

Sin embargo los molinos han traído cosas buenas para el Alpuente, sus aldeas y los pueblos de la serranía. Se han mejorado pistas, se han trazado nuevos caminos y asfaltado algunos. Se han ensanchado las carreteras locales que unen las aldeas y se ha mejorado el pavimento. Durante meses han trabajado varias brigadas de operarios en la zona y han acudido a los bares y a los comercios locales, han alquilado casas, y algún alpontino hasta ha encontrado  trabajo. Por otra parte los molinos prometen ser una fuente de ingresos para el consistorio local. En un panorama económico arrasado por la crisis del ladrillo la explotación de las minas ha caído a cero. Así esta nueva fuente de ingresos puede compensar la pérdida de la anterior.  Pero… además de todo esto  descubro una mañana de invierno con los ojos como platos que mi conexión a Internet que en Alpuente iba a “pedales”  va como un “tiro”  Veo en la ventana de mi conexión que las siglas GPRS se desplazan a WCDMA y más tarde a HSPDA y la luz del “pincho” se pone azul como una estrella de primera magnitud. Soy capaz de descargar archivos de 5 megas en  pocos segundos. Consultar el correo,  la prensa, conectarse a pubmed o consultar bibliografía ya no resulta una tarea tediosa y agotadora. ¿Y qué tiene que ver esto con los molinos? En mi mente se enciende una bombilla. Los molinos precisan control remoto.  Hay que pararlos, ponerlos en marcha, orientarlos, hay que vigilar que no se calienten en exceso. Así que la conexión que teníamos antes GPRS era absolutamente ineficaz. Se necesista una HSPDA (high speed packet data Access) Me pongo en contacto con el ayuntamiento para confirmar mi sospecha pero me dicen que no pueden confirmarlo. Y que tan solo saben que se han introducido modificaciones en la antena de telefonía. Sin embargo yo quiero seguir pensando que “no hay mal que por bien no venga”

EEc

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