LOS CONSEJOS DEL TIO PIATO

Del libro de José Puchades  Segarra, titulado: El  arte de ser  feliz, impreso por  J. Marí Montañana, 1982.

Colaboración de Mª Dolores Valldecabres.

 

I

A  la alta Villa de Alpuente,

bastión de La Serranía,

me llevaron en la guerra

mi destino y mis desdichas.

 

En el mesón de Piato,

que era el mejor de la Villa,

me alojé como un señor,

pues otra cosa no había.

 

Allí me pasé dos años

como en mi  propia familia,

recibiendo el fino trato

de su mujer y de Oliva.

 

Era el Piato, arquetipo

de aquella raza alpontina,

recio como un almogávar,

más claro que el mediodía

y el más sabio  socarrón

que diera nuestra provincia

 

¡ Cómo recuerda el Piato,

pelo blanco, cara fina

y aquella nariz bermeja

de comer guindillas fritas!

 

Yendo con él a sus huertas

o al cafetín de la Villa

para jugar al guiñote

alguna que otra partida,

me daba sabios consejos

de rural filosofía…

 

II

En este  mundo traidor,

si estás bobo,  te  espabilan…

hay que andar  con pies de plomo…

¡Hay que tener CABECICA!

 

Si te juegas los dineros

pon  frenos  a tu  codicia…

confía poco en la suerte…

¡CABECICA, CABECICA!

 

Cuanto te sientes en torno

de una mesa bien provista,

en el comer y el beber…

¡CABECICA, CABECICA!

 

 

Si ves que una moza sale

a la pesca de la anguila,

no te quedes junto al río…

¡CABECICA, CABECICA!

 

Todo el mundo en el casorio

busca a la mujer bonita;

quien tenga mujer hermosa…

¡CABECICA, CABECICA!

 

Si algún amigo te enoja

o tu mujer te fastidia,

o alguien viene a disgustarte…

¡CABECICA, CABECICA!

 

Sal y vete a la montaña;

verás que bien se respira.

deja que ladren los perros…

¡CABECICA, CABECICA!

 

Procura andar por el mundo

con la conciencia tranquila

solo así serás feliz…

¡CABECICA, CABECICA!

FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO 2014

 

Apreciados amigos,  socios  y simpatizantes de  la Asociación Cultural Amigos de Alpuente:

Llega la navidad, termina 2013, puede ser un buen momento para reflexionar.

2013, 2012, 2011, 2010, … , han sido unos años  duros  y difíciles  para buena parte de los ciudadanos – consumidores, que habitamos este planeta azul, tan bonito y único cuando se ve a distancia desde el espacio sideral.

La globalización y el sistema económico predominante,  nos está jugando en España, una mala pasada, nos está transformando y nos está dejando sin lo más importante:  Un Trabajo digno.

El Paro que tenemos es consecuencia del cierre de nuestras empresas autóctonas, en la mayoría de los sectores: El mueble, El Juguete, El Calzado,  La Cerámica, El metal, Las agroalimentarias,  Los electrodomésticos, El comercio tradicional, etc.

Las empresas cierran y la producción se deslocaliza, es decir, se traslada a países como China, Taiwan, Vietnam,  Méjico, Marruecos, u otros países donde la mano de obra es considerablemente más barata, en ocasiones con condiciones de semi- esclavitud, y por ello los beneficios empresariales son mucho mayores y el precio de venta de los productos mucho menor que cuando se produce en las empresas autóctonas. Nosotros los consumidores compramos estos productos porque son más baratos, con lo cual cerramos el círculo vicioso, creando mas cierres y más paro.

Todo esto  lo sabemos y somos conscientes de ello, pero sus consecuencias son desoladoras: Nuestros jóvenes y adultos  no encuentran trabajo (50% de paro juvenil), o si lo encuentran es con condiciones indignas: Trabajos por debajo de su formación y cualificación, remuneraciones ínfimas y periodos de prueba de hasta un  año, contratos temporales, minijobs, y  despido barato o casi libre.

Las perspectivas de las condiciones de trabajo  para 2014, no son mejores, por mucho que nuestros gobernantes intenten convencernos de que estamos saliendo de la crisis, de que los datos macroeconómicos han mejorado, la deuda ha mejorado su financiación, etc.

El paro ha seguido subiendo, se avecinan más recortes en los derechos de los trabajadores  y  más rebajas salariales, supongo que hasta que consigamos que las empresas ahora deslocalizadas que nos suministran, sean de nuevo rentables y retornen su producción a  España, es decir todavía nos queda un largo recorrido para que los más de 5 millones de parados encuentren trabajo. Somos esclavos o estamos bajo el chantaje de la economía de mercado.

Caben muchas más reflexiones sobre la navidad y el nuevo año, en  estas fechas  en  que las televisiones, como siempre,  llevan un mes comiéndonos el tarro con mensajes comerciales para que compremos lotería, turrones y cava y regalemos colonia a nuestros familiares amigos y seres queridos, o para que seamos solidarios con todo el mundo y solucionemos los problemas del tercer mundo.

Con todo ello, y a pesar de la interminable  crisis, cualquier momento es bueno para acordarnos de los amigos, los familiares, los conocidos, los vecinos, los compañeros de trabajo, los parados, los que pasan hambre, los desahuciados, los timados por  los nuestros banqueros, los engañados por nuestros políticos y gobernantes, etc, y deseemos , aunque sean solo palabras huecas, una feliz  navidad y un próspero año 2014 a todos ellos.

Desde la asociación, vuestros representantes que forman esta renovada junta directiva, os deseamos a todos,  unas felices, sinceras, solidarias y conscientes fiestas navideñas y un próspero,  solidario y consecuente  año nuevo 2014.

SALVADOR RUBIO

 

IV Concurso de fotografía digital de la ACAA de Alpuente 2014

La Asociación Cultural Amigos de Alpuente convoca por cuarto año consecutivo un concurso de fotografía digital en el que pueden participar todos los autores que lo deseen.

BASES DE IV CONCURSO DE FOTOGRAFÍA DIGITAL DE LA ACAA DE ALPUENTE 2014:

PRIMERA: Podrán participar todas las personas que lo desean, que sean mayores de edad y de cualquier nacionalidad.

SEGUNDA: La temática del concurso será «ARTESANALMENTE» y versará sobre labores y oficios realizados de manera artesana, imprimiéndoles un sello personal.

TERCERA: La ACAA destinará una cuantía total de 350 euros en premios: Primer Premio 200 euros; Segundo Premio 100 euros; Tercer premio 50 euros.

CUARTA: Con las fotografías seleccionadas se realizará una exposición pública en Alpuente, informando debidamente a los participandes de fecha, hora y lugar, a través de la web de la asociación.

QUINTA: Cada participante deberá presentar un mínimo de 2 fotografías y un máximo de 3, en formato JPG, con medidas de 15×20 cm o viceversa. La resolución de cada fotografía será de un máximo de 300 ppp para ser reproducida e impresa. La realización de la fotografía debe ser posterior a agosto de 2013. Las fotografías se presentarán únicamente en color. Quedan excluidos los montajes fotográficos. En caso de enviar en el mismo correo varias fotografías de distintos autores, indicarlo claramente.

SEXTA: El jurado será designado por la ACAA, formado por personas expertas en el mundo del arte y la cultura, presididas por el presidente de la ACAA o persona en quien delegue, no pudiendo participar los miembros de dicha junta. El Fallo del jurado será inapelable.

SÉPTIMA: Las obras deben remitirse al correo concursoscaa@gmail.com. La fecha límite de entrega de las fotografías será el 30 DE Junio de 2014. Se debe indicar nombre, apellidos, DNI, teléfono del participante y título de la fotografía.

OCTAVA: La Asociación Cultural Amigos de Alpuente se reserva el derecho de difusión de los trabajos presentados. Por el hecho de participar en este concurso, el autor se compromete a no reivindicar los derechos por las reproducciones de las obras. Las fotografías premiadas pasarán a ser propiedad de la ACAA, con todos los derechos inherentes a esta condición.

NOVENA: El hecho de participar implica la aceptación de estas bases.

DÉCIMA: Con una selección de las fotografías presentadas, la ACCA confeccionará y editará, si la junta lo considera oportuno, un calendario del año 2015.

JUEGOS TRADICIONALES: CHURRO VA

Este es uno de los juegos de calle más antiguos y de mayor arraigo en Alpuente y en gran parte de los pueblos de Valencia. Todavía hoy se sigue jugando a churro va aunque sea ocasionalmente por nuestras calles y plazas.

En mi niñez y juventud, jugábamos casi siempre solo los chicos, pues era considerado poco femenino, pero poco a poco se fueron incorporando más chicas, sobre todo con los cambios de indumentaria de finales de los años 60: llegaron los vaqueros.

La edad más adecuada está entre los 7 y los 15 años.
Es un divertido y sencillo juego de grupo. Primero se eligen dos grupos o equipos del mismo número de participantes y uno más que hace de juez y de apoyo para el primero de los que pagan.
Los grupos de participantes son como mínimo de dos y máximo de hasta cinco personas . Se sortea cual de los dos paga, es decir cuales son los primeros que han de ponerse en posición agachada uno tras otro, metiendo cada uno parte de su cabeza bajo el culo del de delante, abriendo parcialmente las piernas, para soportar a sus espaldas el peso y la caída del salto uno a uno, de los del otro grupo sobre sus espaldas.
Cuando todo el grupo ha saltado y van a caballo sobre los que pagan, uno de los de arriba, a la vista del juez o madre, que está apoyado en la pared y recibe la cabeza del primero de los que pagan contra su barriga, exclama la frase: ¡¡¡CHURRO, MEDIAMANGA, MANGOTERO, DIME LO QUE ES PRIMERO!!!, mientras pone su mano izquierda sobre su mano, el codo o el hombro, dejándola al azar sobre una de las tres partes de su brazo. A esta frase, el primero de los que pagan ha de responder CHURRO, MEDIAMANGA O MANGOTERO, si no acierta, sigue pagando y pasa a la última posición (Recibe más carga), pero si acierta, su grupo gana y paga el otro grupo. Así se repite el juego hasta que termina, bien por acuerdo previo de los dos grupos (Se suele poner un nº de veces que un grupo ha de pagar como máximo, por ejemplo 10) o por agotamiento de los que más veces pagan.

La picaresca produce situaciones y escenas divertidas, como por ejemplo que el primero salte mal o poco y todos los demás no tengan sitio o caigan sobre el último de la fila, cayendo todos a tierra, en cuyo caso, el juez decide si paga el otro grupo.

«Hemos comprobado que el Churro va se conoce desde hace siglos y en diversos países. Es difícil datar muchos juegos puramente infantiles más allá del siglo XVI, porque hasta entonces no había una clara diferencia entre el juego infantil y el juego popular. Existían relaciones de juegos, como la española de Rodrigo Caro, pero sin dar a lo infantil una nota peculiar. Será en los siglos XVI-XVII cuando empiece a plantearse lo  puramente infantil, por motivos moralizantes.

» La referencia gráfica más antigua del Churro va catalogado como juego infantil que hemos encontrado es de 1657. Corresponde a una serie de 50 grabados Les jeux et plaisires de l´enfance, de la pintora francesa Claudine Bouzonnet-Stella (1636-1697), sobrina y continuadora de otro pintor cortesano Jacques Stella (1596-1657) de estilo flamenco y que había trabajado al servicio del cardenal Richelieu en la decoración de su palacio.»

Fuente: http://www.juguetessomosnosotros.com  y elaboración propia.

 

 

 

 

EL MOLINO DE LA ALMEZA

Como indicábamos en la anterior entrada sobre los molinos  de Alpuente,  el de la Almeza  requiere un especial tratamiento, por su buena conservación y por ser una instalación  única en su especie, al menos en la comarca de La Serranía, que data de principios de la década de 1900.

Si visitáis Alpuente, o  sois residentes en Alpuente y no lo habéis visto, os recomiendo visitar estas instalaciones, situadas en la primera replaza de la aldea de La Almeza, a sólo 5 km.  de la Villa en dirección a Arcos de las Salinas.

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Emilio Navarrete,  su propietario, os recibirá con agrado, y os mostrará el molino, contando los interesantes detalles sobre su construcción e instalación, y su funcionamiento hasta la década de los 70.

Reproduzco a continuación el artículo publicado en el nº 4 de La Taifa de Alpuente, donde podreis ver con más detalle estas instalaciones.

 

CONVERSANDO  CON …

EMILIO  NAVARRETE  MONLEÓN   “ El Molinero de la Almeza.”

Hoy es Sábado día  28  de Agosto de 2010,  son fiestas en la aldea de La Almeza, y en la plaza actúa  la Rondalla La Serranía.

Unos cuantos músicos de Alpuente y de varias aldeas, La Yesa, Aras de los Olmos, Calles y Chelva, se reúnen de vez en cuando y tocan sus instrumentos, de forma altruista, (a cambio de una buena cena con los festeros), alegrando la tarde a los numerosos asistentes con sus canciones y sus jotas.

Emilio está en la entrada de la Aldea, en la primera gran replaza,  donde vive con su mujer Trinidad  y con su hijo Vicente, que trabaja en Valencia y viene todos los fines de semana.

Él, Junto con Marina, su hermana, es propietario del molino que en su día fue una auténtica fábrica de harinas, y que ha sido una de las instalaciones industriales más importantes de la comarca de los Serranos hasta finales de los años 60.

A sus  setenta y siete años, está jubilado, y cuida de su mujer, compaginándolo con las labores agrícolas, su huerto, algunos animales de corral, etc.

Nos invita  a ver el viejo molino, con sano orgullo y algo de melancolía.

“Este molino, nos explica, lo fundó mi abuelo hacia 1900, y ha sido hasta los años 70, el primero que se montó con electricidad y el más importante de la comarca”.

 

“El abuelo era de Mora, un pueblo de Teruel, próximo  a   Rubielos de Mora, y  la abuela de Arcos de las Salinas, conocieron esta aldea y   cuando se casaron decidieron venir a vivir aquí, se compraron casa y decidieron montar  el molino”.

“Lo primero que tuvieron que hacer fue construr la central eléctrica, que montaron cerca del nacimiento  del  rio Arcos, a unos 5 Km de  Arcos de las Salinas, donde hacia los años 80, tras venderlo, han convertido las instalaciones en un Albergue- Refugio, del Centro Excursionista de Valencia”.

“Llevaron desde Valencia la turbina y el alternador, y las obras duraron varios años, fue un transporte lento, pesado y difícil sobre todo por la distancia y el mal estado de los caminos y carreteras, allí está todavía el transformador que preparaba la corriente eléctrica para mandarla por tendido eléctrico hasta la Almeza”.

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Desde fuera, Emilio nos señala el transformador de su molino, visible desde la calle, en el mismo edificio, que todavía se conserva bien pero en desuso, del cual se nutrían también las primeras bombillas que se encendieron bastante después en Alpuente, las aldeas y algunos pueblos vecinos.

Antes de entrar   a ver el molino Emilio nos muestra las numerosas argollas o anillas donde se ataban las caballerías que venían cargadas  a lomos o en carros con el grano de trigo, cebada, o centeno, principalmente. “Hasta aquí venían a moler gentes de todos los pueblos de alrededor: Torrijas, Arcos, Alpuente, La Yesa, Titaguas, Aras, y otros pueblos de Aragón algunos de bastante lejos.  Había mucho trabajo”.

Nada más entrar nos sorprende la gran complejidad y cantidad de elementos en su mayoría de madera que componen la instalación, así como la propia instalación eléctrica con cables, fusibles, etc. del interior del molino.

El edificio tiene  tres plantas, la primera es un semisótano donde se ubica un gran motor eléctrico, (alrededor de un metro de diámetro), anclado a tierra, movido por un potenciómetro de rodillo para variar la velocidad, El Potente motor transmite mediante su polea y una  larga correa de goma a otra gran polea de acero que acciona dos ejes. El eje inferior es el más potente y largo, con 5 apoyos o cojinetes de bronce,  lleva tres embragues de dientes y tres juegos de engranajes cónicos para poder poner en marcha una, dos o las tres  grandes Muelas de que dispone la instalación.

En la planta baja o  principal hay una gran entrada en donde se  recibía y almacenaba el grano en los sacos, luego se lavaba y se secaba con una gran turbina- ventilador, para después cribarlo “El grano antes venia de la era y se trillaba a mano, por lo que llevaba muchas semillas de hierbas y mucho polvo y piedrecillas que había que eliminar” Nos cuenta Emilio.

Una vez limpio, el grano pasaba por unas tolvas hasta la parte central de una de las muelas, donde se trituraba y salía por otro conducto, luego había que separar  el salvado de la harina, y esto se hacía en la parte superior del molino mediante unas instalaciones a base de cribas y ventiladores. “

“Había veces que funcionaban las tres muelas  a la vez, una con trigo, con cebada o con otros granos. La que mejor, sacaba la harina era la muela francesa, y la de la derecha que es catalana”.

“Algunas veces saltaban los fusibles debido a la sobrecarga del motor, que le venía justo para hacer rodar las tres muelas y todo lo demás a la vez; entonces había que parar para cambiarlos”.

“Los fusibles eran de plomo y los hacíamos nosotros fundiendo trozos de cañerías en el fuego, y llenando con el plomo derretido, unos moldes con la medida adecuada”.

“De vez en cuando había que repicar las muelas, y entonces se levantaban con una gran palanca que nos muestra, se giraban y a mano con un cincel bien afilado, se repasaban los dentados de la muela”.

“Por esta tolva que viene de arriba se llenaban los sacos de  harina y en esta  otra tolva se llenaba el salvado para los animales , entonces se cobraba en especie, la mayoría de gente no tenía dinero, de cada talega se sacaba un MEDIO (Caja,  Poya  o medida, que era lo que ganaba el molinero por su trabajo)”.

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Mi padre Emilio,  se casó con Emiliana,  una titagueña, y ellos montaron el molino de Titaguas, que ha estado funcionando hasta finales de  los años 80,  pero entonces ya era más fácil, ya había electricidad y las instalaciones eran más fáciles de hacer.

A la salida me comenta “ Mira: aquí tienes la primera bombilla que se encendió en Alpuente y alrededores, hasta varios años más tarde no había luz en otro sitio que no fuera este molino”.

“Me gusta conservarlo bien, cada día al levantarme, lo primero que hago es regar las plantas (la fachada está llena de macetas  con geranios en flor, rosales, enredaderas  y otras plantas) y abrir las puertas del molino, para que se renueve el aire y se mantenga así como está, no sé lo que será de él, pero el tiempo dirá”.

Por parte de la Sociedad Cultural, solo nos queda agradecer a Emilio, que nos haya facilitado este reportaje, aportándonos datos y fotos de gran interés documental y arqueológico.

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Sería deseable que estas instalaciones que ya han cumplido un siglo de antigüedad, por su gran relevancia,  no se perdieran y pasaran a formar parte de un itinerario cultural para el turismo, dado su gran interés como arqueologia  industrial y etnográfica de un  tiempo pasado en Alpuente.

Para ello, nuestras autoridades locales y autonómicas habrían de dar los pasos necesarios  para su  ahora llamada “ puesta en valor” o restauración, como un elemento importante para la captación de turismo cultural de interior, destinando los recursos humanos y económicos necesarios. Ojalá que algún día no muy lejano sea así, el futuro de nuestro pueblo lo agradecería.

Salvador Rubio.

 

 

 

 

Juegos tradicionales: LOS SANTOS

Uno de los juegos más practicados en Alpuente en la década de los 60 y 70 era el que conocíamos como  “ los santos”.

A pesar del nombre, este juego no tenía ninguna connotación religiosa, pues el nombre le viene   por la similitud con las estampas de imágenes, que en aquella época ya se repartían  por las iglesias y ermitas (Santicos).

Los santos eran las caras de cartulina que recortábamos  de las cajas de cerillas, y coleccionábamos y atesorábamos como el bien  más apreciado.

Las cajas de cerillas eran de tamaño pequeño, dentro estaban los 40 fósforos, hechos de papel enrollado con parafina y la cabeza de fósforo en un extremo, todavía se pueden encontrar en el comercio, más tarde aparecieron los actuales fósforos de madera y los mecheros de gas.

Cuando se acababan las cajas de cerillas  las madres  nos daban los estuches vacíos, y recortábamos la cara superior e inferior de la caja, para así aumentar su colección de “santos”.

En esa época, que no se conocían todavía los cromos, al menos en Alpuente, estas eran los únicos sustitutivos posibles; los había de diferentes temáticas: con personajes, animales, coches de época, aviones, plantas, edificios, etc, en la tapa de atrás de las cajetillas ponía una breve descripción o explicación  sobre el dibujo o ilustración de la cara  principal.

Algunos eran muy apreciados y difíciles de conseguir, y otros no tanto. Como se hace ahora con los

 

 

cromos, de futbol u otros temas,  en los recreos y a la salida de la escuela nos intercambiábamos aquellos que teníamos repetidos.

Pero, además de coleccionarlos e intercambiarlos, lo más divertido era el juego con los tacos. Este juego consistía en hacer un “rolde”  o círculo en el suelo de unos 3 mts de diámetro, con un  trozo de yeso, y mediante un “taco” de goma (que obteníamos de la parte trasera de un zapato o bota vieja), golpear con el canto de la goma en el canto del “santo”, hasta hacerlo  salir del “rolde”.

Los santos  se colocaban en el centro  del rolde, y había que tener puntería y habilidad para golpear y  conseguir que el santo  saliera volando unos metros o unos centímetros por el efecto del golpe. El que conseguía sacarlo se lo quedaba como premio y volvía a tirar  hasta fallar o hasta que se acababan las poyas o santos. Entonces había que reponer uno o dos  santos cada jugador para continuar el juego

Podían  jugar  a partir de 2 jugadores hasta 8 o 10 y se sorteaba el orden de las tiradas a  principio de la partida.

Si tenías mala suerte y perdías todos los santos, tenías que iniciar otra recolecta, primero con las cajas de cerillas vacías de casa y luego visitando a los vecinos que no tenían hijos para pedirlas, lo cual algunos hacían gustosamente.

Los buenos  jugadores, tenían un buen “taco” que se guardaban  y estimaban, cuando se perdía o se rompía había que ir al portillo  o a la “rocha” de La Hortichuela para buscar otro zapato o bota vieja y hacer otro nuevo .

Otra forma de juego también con los santos, consistía en dejarlos caer desde una altura de 1,5 o 2 mts, apoyados en una pared hasta el suelo, de forma que cuando uno caía sobrepuesto parcialmente  a otro u otros, te llevabas los dos o tres o cuatro que mochabas o tapabas.

Seguro que más de uno recuerda  conoce y ha jugado a este juego.

 

 

 

 

 

 

 

LOS MOLINOS DE ALPUENTE

Seguro que muchos seguidores de la web conocéis los molinos de Alpuente.

Que yo sepa, al menos han sido seis los molinos que ha tenido Alpuente desde la época medieval hasta nuestros días. Una buena prueba del potencial productivo de Alpuente en cereales, la mayor parte de ellos para consumo propio, desde épocas remotas.

Si mi memoria no falla, Los molinos son, en orden de aparición por el reguero:

1º El Micero, 2º Las Eras, 3º La Hoz o La Villa, 4º La Bomba, y 5º  La Hortichuela. A ellos hay que sumar el molino eléctrico de La Almeza, que merece capítulo aparte por su importancia y conservación.

Las aldeas de arriba utilizaban preferentemente el Molino de El Micero, situado en los primeros barrancos que surgen en nuestro preciado reguero, río que nace en la aldea de El Collado, baja hacia El Hontanar,  pasa por las faldas del cerro de Corcolilla, y tras atravesar el plano conocido como «Prao la Puente», entra en el barranco de El Micero, donde está situado el molino. Posteriormente el reguero continúa su curso por «La Pedriza», atraviesa el acueducto de Los Arcos, y se dirige hacia Las Eras,  Alpuente, La Hortichuela, Campo de Abajo,  Arquela y Tuejar, donde vierte aguas al Túria.

De alguno de éstos molinos apenas quedan restos, como es el caso del que hubo en el barranco del reguero, conocido como El Molino de La Bomba, situado detrás del castillo de Alpuente.

De él queda parte de la balsa en que se recogía el agua, y el túnel redondo por donde bajaba, con un salto de unos pocos metros, suficientes para mover los álabes de la turbina, que a su vez hacían girar la piedra para moler el grano. Según contaba Mariano Hernández,  fué destruido en dos ocasiones por las riadas, la última y definitiva en la década de 1910.

Tampoco al de Las Eras le ha ido muy bien, pues tras el abandono a partir de los años setenta, sus propietarios lo vendieron al ayuntamiento, que no tuvo mejor ocurrencia que derribarlo para construir en su solar la balsa de decantación de aguas residuales para Las Eras y la nueva urbanización.

En estado muy ruinoso se encuentra el de La Hortichuela, situado unos centenares de metros aguas abajo del de La Bomba, regentado por la familia Cuevas, hasta 1947. Queda el edificio con el tejado hundido y parte de la vivienda e instalaciones interiores.

Bastante mejor está el de La Hoz o de la Villa, visible desde el pueblo, pero sin posibilidad de acceso, por lo peligroso del sendero, que parte desde detrás de la ermita de La Purísima, cuyas piedras fueron llevadas a la fuente del castillo, así como las del molino de Las Eras se llevaron a la entrada del museo Etnológico de La Villa.

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Molino de La Hortichuela

 

Por último, El Molino de El Micero, regentado antiguamente por Nazario de Corcolilla, ha sido restaurado y reformado por sus herederos para convertirlo en vivienda vacacional desde hace unas décadas.

En próximo artículo abordaremos el molino eléctrico de La Almeza, que merece especial tratamiento por su importancia y valor.

 

 

Nota informativa de la A.C.A.A.

19/09/2013 Nota informativa de la A.C.A.A.
Como ya sabréis, en la asamblea general del pasado 24 de Agosto de 2.013 dimitieron el Presidente, Secretario y un vocal de la Junta Directiva. Dado que no se presentó ningún candidato a la presidencia, y es un cargo directivo imprescindible, la asamblea acordó dar un plazo de dos meses con el objetivo de ver si alguno de los soci@s se presentaba como Presidente. El resto de miembros de la Junta Directiva quedó encargado de recoger las posibles candidaturas y llevar a cabo una asamblea general Extraordinaria el 1 de Noviembre, en la que dichas candidaturas se presentarían y se someterían a votación. En caso de no existir ningún voluntario, la Junta se encargaría, tristemente de disolver la Asociación, según se indica en los Estatutos.
Me complace comunicaros que tras la valoración positiva por la actual junta, respecto de la conveniencia de dar continuidad a la asociación, Salvador Rubio, se presentará como candidato a la presidencia por un plazo de 2 años.
No obstante, si alguno de los soci@s quisiera presentarse para este cargo, la Junta recogerá con agrado su solicitud. Para ello, tendría que remitirse a cualquier miembro de la Junta y transmitirle su decisión.
El plazo máximo para presentarse a la Presidencia será el Jueves 31 de Octubre a las 19:00 horas, pasado ese momento no se admitirá, ningún candidato más.
Un saludo,
Carlos Pérez,
en representación de la Junta de la A.C.A.A.

Errores en la web

Queremos comunicaros que no hemos podido actualizar la página web de la asociación durante la última semana debido a problemas con el servidor en el que la tenemos alojada y a los ataques de hackers en el programa con el que la actualizamos. Esperamos que no vuelva a ocurrirnos, es la tercera vez que sufrimos un ataque, dos en la última semana.