Publicado el 10/12/201310/12/2013 por Alberto Talaya PeñalverConflictos Le dijo el corazón al cerebro: “déjame amarlo”. Y el cerebro contestó: “déjame pensarlo”. El corazón replicó: “si lo piensas no le amaré”. Y el cerebro terminó: “si no lo pienso le amarás, y si le amas moriré”.