Historia Villa de Alpuente

En los confines del Reino de Valencia, en la frontera de Aragón y Castilla, se levantó la Villa deEscudo de la Villa Alpuente en una garganta roquiza estrechamente limitada al Oeste por la Loma de San Cristóbal, al Norte abierta a los frescos aires venidos de Javalambre, al Sur dominante sobre las hoyas como atalaya, y por el Este su Castillo, peñón tajado en toda su circunferencia con una subida angosta y artificial. Sus asombrosas ruinas, sus magníficas obras de diversas civilizaciones desde la más rudimentaria prehistoria hasta la última dominación árabe, nos demuestran su grandeza y antigüedad.

En épocas pretéritas rodearon la población fuertes y sólidos muros con catorce torres que los reforzaban y la defendían y hacían muy difícil su conquista en aquellos tiempos. Se le consideraba como puerta de Aragón y Castilla.

Nada tiene que extrañar que el Cid comenzara sus correrías por Alpuente para llegar a Valencia y que Don Jaime exigiese de Abu-Zeit esta plaza en garantía de su promesa para ir contra Zaen, Señor de Denia, su enemigo, y cuya alianza se firmó en Calatayud en veinte de abril de mil doscientos veintinueve, demorándose la entrega de esta fortaleza hasta el veinte de mayo de 1236, al ratificarse en Teruel el tratado anterior. Conquistada Valencia por D. Jaime (28 septiembre 1238), éste envía un contingente de tropa de 3000 hombres para sojuzgar Alpuente. Es desde este momento cuando el Rey empieza a tener el dominio de esta Villa por conquista de la misma, dándole carta de población y dueña de todas las dehesas, bosques y tierras cultas de su término y de las aldeas de La Yesa, Aras y Titaguas, concediendo a los cristianos habitantes de la misma el aprovechamiento , en el año 1442, de casas y haciendas de los que huyeron durante esta ocupación.

Escudo de La RagaAdicta siempre a los Reyes de la Corona de Aragón, concediéronle cuantiosos privilegios algunos de ellos todavía existentes en el Archivo del Reino. Consiguió de reyes aragonés que guarneciesen la Villa y Castillo nobles infanzones, citándose entre ellos a los Ximenos de Morea, los Villarasa, los Antillones, los Valoyas o Javaloyas procedentes de los Valois de Francia, los Raga, etc., los cuales dieron a la población tal consideración y esplendor que la hicieron ocupar un lugar muy respetable en las asambleas de la Corona, acudiendo a muchas Cortes con privilegio de voto.

Fue una de las doce Villas reales de D. Jaime a la que manifestaba una predilección especial, agraciándola con los títulos de «MUY NOBLE Y MUY LEAL» por su adhesión inquebrantable. Le comunicaban los nacimientos de Infantes, casamientos y muertes de sus Reyes, haciéndola partícipe de las tristezas y gozos del Reino.

Concedióle un día de mercado semanal y una feria de quince días en el mes de agosto, como igualmente imponer sisas como compensación a los sacrificios que ocasionaban las luchas en aquellas épocas.

Su mayor esplendor tuvo lugar en el siglo XI. En los siglos XIV y XV AlpuentePuerta de las Cortes recobró gran importancia por ser lugar fronterizo entre Castilla y Aragón, siendo una de las Villas elegidas para la celebración de las Cortes del Reino por Don Jaime de Aragón en el año 1.319 y por Don Juan II en el año 1.383, concediendo por tal hecho, franquicia a sus vecinos. Mantuvo su categoría de Villa Real hasta 1814.