Una comisión de la junta formada por varios miembros de la asociación y su presidente procedió en el día de la purísima, 8 de diciembre, a evaluar con el Profesor Doctor don Manuel Ramírez la situación actual de la Ermita de la Purísima.
El Profesor Ramírez imparte clases en la Universidad Politécnica en el quinto curso de arquitectura y es un experto en restauración y recuperación del patrimonio. Entre sus obras de restauración y recuperación figuran las torres de Quart y la emblemática Lonja de Valencia, aparte de contar en su currículo con varios premios y diferentes publicaciones al respecto. El profesor Ramírez se ha ofrecido de manera voluntaria y altruista a colaborar con la Asociación Cultural Amigos de Alpuente y ofrecernos los medios disponibles a su alcance para recuperar la Ermita. Así pues contamos con un auténtico experto en la materia aparte de un apasionado amante del arte y de nuestro patrimonio cultural.
En su interior la Emita muestra el aspecto ruinoso y decadente que os mostramos en las fotos. Polvo por todas partes, desconchados en las paredes, grietas, inscripciones de gamberros anónimos y no tan anónimos, versos. Sin embargo se puede adivinar a través de los desconchados, la suciedad y las grietas su pasado y que en otro tiempo fue un lugar de culto hermoso y cuidado. Al ver la Ermita en tal situación nos han asaltado sentimientos contradictorios por una parte un sentimiento de rabia, ¿cómo es posible que hayamos dejado que un lugar que forma parte de nuestro patrimonio cultural haya llegado a semejante situación? Y por otra, de repente, ser consciente de la magnitud del reto al que nos enfrentamos. ¿Seremos capaces de llevar a buen puerto el proyecto?
El Profesor Ramírez comenzó por tomar muestras de las paredes para analizar los materiales, de las pinturas, para datarlas. Mediante un fibroscopio procedió a observar a través de las grietas y fisuras del edificio el interior de los muros. Todo el edificio muestra signos evidentes de ruina habiendo cedido dos de los los arcos de la bóveda principal. Las paredes han perdido la plomada en algunos casos hasta varios centímetros, especialmente la pared oeste permaneciendo la pared este y los contrafuertes en estado aceptable pero no así los de la pared oeste. Curiosamente la Ermita no tiene una orientación este –oeste como la mayoría de los templos cristianos sino su orientación es norte-sur que sería la orientación propia de un edificio civil de la zona. Este detalle reforzaría la hipótesis de que la ermita tuvo un uso previo al del uso como lugar de culto.
Finalmente se procedió a evaluar el edificio anexo a la ermita y que fue construido sobre los años setenta, utilizado al principio como almacén de trigo y actualmente como garaje. Al parecer el profesor Ramírez opina, en una primera evaluación, pendiente de confirmación ulterior en base a los datos obtenidos, que el edificio anexo podría desmontarse sin que la estructura de la Ermita peligrase.
Con todos los datos recogidos y un análisis de las muestras el profesor elaborará un informe borrador para iniciar una estrategia de estudio más concienzudo y un plan de trabajo.
El proyecto de recuperación es muy posible como ya hemos adelantado en alguna ocasión deba ser abordado en varias fases. Pero esa ya es otra historia.