El riesgo de vivir: a propósito de las vacunas

Recuerdo haber escuchado a alguien la frase de “solo se mueren los vivos” que seguro que a mas de uno le parecerá un disparate. Pero me recuerda esta otra de Groucho Marx: “no te tomes la vida muy en serio nadie sale vivo de ella”. Y todo ello viene a cuento porque en ocasiones olvidamos lo esencial: vivir tiene riesgos. El más importante como resulta obvio perder la vida o la salud. Todos los días ocurren accidentes domésticos, de tráfico, las personas nos caemos en la ducha, resbalamos en la calle. En nuestra vida cotidiana tomamos decisiones asumiendo un riesgo. Viajamos a Londres en avión áun sabiendo que los aviones sufren accidentes, subimos en coche o montamos a caballo o en bicicleta.

Todos sabemos que los medicamentos tienen efectos indeseables que llamamos adversos. Yo mismo como médico he sentido la frustración de que algún paciente ha rechazado un tratamiento que podría beneficiarle tan solo porque “había leído el prospecto”.

¿Ha pensado el lector que pasaría si diéramos una pastilla de ácido acetil salicílico, la vulgar aspirina, a 38 millones de personas? Esto es lo que está pasando con las vacunas.

Es verdad que las vacunas se administran a una población sana y por lo tanto cualquier evento no deseado se magnifica puesto que transformamos a personas sanas en enfermos o lo que es peor en muertos. Pero todo esto lo hacemos los médicos a diario, aceptamos el riesgo y lo aceptan las personas cuando las sometemos a un programa de cribado para el cáncer colorrectal, por ejemplo. Y todo porque esperamos obtener un beneficio mayor evitar un cáncer y ganar años de vida.

Todo lo expuesto hasta aquí es tan obvio que cualquier escolar de primaria lo conoce. Puede resultar ofensivo para nuestra inteligencia que lo recordemos aquí. Sin embargo nuestros políticos ¿lo han olvidado?

Pero además con su comportamiento dubitativo y vacilante crean la confusión en la opinión pública. ¿Si la clase dirigente toma decisiones que atentan contra el sentido común no estarán ocultando datos? Y esta es la pregunta que se hace el ciudadano medio. ¿Qué está pasando con las vacunas?¿Qué hay detrás de todo este lío? La clase política consulta con los expertos, llámese Agencia Europea del Medicamento o Agencia Española, pero después desoye sus consejos y toma decisiones que no han recomendado las autoridades médicas. La AME recomienda la vacuna y afirma que es segura sin embargo las autoridades solo la indican para una franja de edad. Pero además toman una decisión que no está contemplada en ningún estudio ni tiene base científica ninguna. A las personas de menos de 60 años que han recibido la primera dosis de AstraZéneca se les pondrá la segunda dosis de otra marca comercial. ¿En qué estudio clínico, ensayo u opinión de experto basan esa decisión? No hay respuesta. No hay ningún estudio clínico o ensayo realizado en ningún país del mundo que combine la vacunación con dos vacunas diferentes. ¿Por qué se toman decisiones como interrumpir la vacunación y a los pocos días reanudarla? Estas y muchas preguntas similares se hacen los ciudadanos

Pero vayamos a los datos conocidos. Es cierto que las vacunas se han desarrollado en un tiempo record. Pero en su elaboración no se ha saltado ningún eslabón esencial de la cadena. Se calcula que la vacunación en el Reino Unido con la AstraZéneca ha salvado alrededor de diez mil personas. En Gibraltar se ha conseguido reducir la incidencia del Covid a cero y en Estados Unidos y en California en particular los casos descienden y los hospitales ven como se reducen los casos graves.

En el mundo se han vacunado 38 millones de personas con esta vacuna y se han producido 222 efectos adversos graves de los cuales 34 han sido con el resultado de muerte.

Invito al lector a que hagamos un sencillo juego de comparar datos, calcular las vidas de personas que se pusieron en peligro la semana que se dejó de vacunar con la AstraZeneca. Se dejaron de poner 1 millón de vacunas. La incidencia acumulada en España esa semana estaba en torno a 250 casos. Lo que significa que esa semana de ese millón de “no vacunados” 2500 fueron potenciales pacientes de Covid. Un 10% sabemos que desarrolla complicaciones que precisa hospitalización, es decir 250 ingresos en Hospital y un 2% muere, lo que significa 50 muertes. El acto administrativo de suspender “cautelarmente” la vacunación de 1 millón de dosis supuso poner en riesgo 50 vidas. La vacunación masiva de 38 millones de personas arroja un balance de 34 muertos. Comparamos 1 millón de “no vacunados” contra 38 millones de vacunados y aún así el balance es favorable a la vacuna.

Tal vez algunos se pregunten ¿y los efectos a largo plazo? Pues no los sabemos, así de claro. ¿Pero quién dispone de tiempo para pensar al largo plazo cuando hoy en España mueren todos los días entre 100 y 200 personas?

En definitiva mi recomendación es que todos debemos vacunarnos con las vacunas disponibles y autorizadas por la Agencia Europea. No hacerlo es una decisión personal. A la vista de los datos aparentemente la más arriesgada y la menos razonable.

Anulación actividades 2.021

Comunicado de la Junta.

Hola a tod@s. Antes que nada, queremos enviaros un fuerte abrazo, una simple muestra de afecto, que hace apenas un año era un gesto cotidiano y sin embargo hoy nos supone un lujo que no podemos permitirnos.

Dada la terrible evolución que la COVID-19 está teniendo en nuestras vidas, nos vemos en la necesidad de volver a anular todas las actividades planificadas para los siguientes meses.

Aprovechamos para recordar que el periodo de vigencia de la actual junta directiva ha excedido el plazo acordado en la última junta general, por lo tanto, apelamos a vuestra responsabilidad como socios para que aquellas personas que puedan asumir unos de los roles directivos se ponga en contacto con nosotros a través del correo electrónico o del whatsapp para un traspaso de funciones progresivo.

amigosdealpuente@gmail.com

(Whatsapp)

Esperamos que todos estéis bien y que esta enfermedad que nos está quitando la alegría pase pronto para que volvamos a estar juntos y disfrutar de nuestras clásicas actividades culturales.

Un abrazo,

Carlos (tesorero de la ACAA)

Relato: El baúl

Hace tiempo que no publicamos nada, así que os dejo un relato corto de cosecha propia. Espero que os guste.

EL BAÚL

El ventanuco del viejo corral estaba abierto de par en par. Un finísimo rayo de sol cruzaba los viñedos repletos de pámpanos y atravesaba la estancia hasta estrellarse sobre la desconchada pared del carcomido diván. A su paso dejaba una nebulosa de infinitas partículas de polvo que flotaban desorientadas en la atmósfera buscando un lugar donde morir.

La tenue sombra del péndulo viajaba silenciosa desde el trillo hasta la librería de caoba, repleta de libros de Alpuente. El reloj recordaba con su monótono susurro que no existe el silencio, que no existe el presente, tan solo los ecos del pasado. Tic, tac, tic, tac… Un eterno pasajero del tiempo en un viaje sin principio ni final.

En un oscuro rincón, la mecedora, adornada con las telarañas del olvido, dormitaba esperando una excusa para balancearse por última vez, como lo hacía antaño, cuando Amelia se sentaba a tejer calceta o hacer cestas de mimbre. O como cuando el psicólogo se sentaba a escuchar a sus pacientes y los hipnotizaba con el crujido que sus curvadas patas de madera emitían con el vaivén de sus palabras. Ñic, ñac, ñic, ñac.

Si estas cuatro paredes, impregnadas de tristeza, pudieran hablar, revelarían las atormentadas historias de los pacientes que visitaron la consulta del doctor buscando alivio para las noches de vigilia en las que tenebrosas pesadillas se apoderaban de sus almas devorando horas de sueño a sus exánimes cuerpos.

Llegaban con la conciencia cargada de demonios y se marchaban liberados de la pesada carga hasta su próxima sesión, pero… ¿Qué ocurría con sus lúgubres historias, con sus temidas fobias nocturnas? ¿Dónde iban los engendros que atormentaban su descanso? ¿Dónde guardaba el psicólogo toda la locura que les exorcizaba mientras yacían tendidos sobre el diván?

Bajo el alféizar, agazapado en el contraluz de la ventana, se escondía un antiguo baúl. Siempre estuvo allí, presente en todo momento, tan a la vista que permanecía oculto a las miradas. El psicólogo lo rescató de la hoguera cuando heredó la casa y montó su gabinete. Antes de cada consulta, descorría el cerrojo de metal y dejaba abierta la tapa. Después, al terminar, lo cerraba con llave y se recostaba en el diván. Echaba un trago para enturbiar su mente y cerraba los ojos para descansar.

El psicólogo rural desapareció una noche tras la consulta del último paciente y nunca más se supo de él.

Hoy, la casa tiene un nuevo dueño: un enólogo. Afuera, las viñas están cargadas de grandes y redondos racimos, las barricas llenas de un excelente caldo en maceración, las despensas dispuestas de las mejores cosechas.

Pero en el antiguo corral, reconvertido en bodega, bajo el ventanuco de roble, el viejo baúl aún permanece abierto. Quizás en su última visita el psicólogo olvidó cerrarlo. Demasiado dolor en su cabeza, demasiada locura en su vida.

Tal vez se marchó huyendo de sus propios demonios, tal vez odiaba la mecedora o el diván, o tal vez nadie miró nunca dentro del viejo baúl.

Carlos Pérez Recio

Lotería de Navidad 2.020 (recordatorio)

Hola, como ya os informamos antes del verano, os recordamos que este año: No se ha vendido, ni se va a vender, lotería de Navidad.

No obstante, si alguien quiere comprar décimos puede dirigirse directamente a la Administración de Lotería N1º de Paiporta, situada en la calle Primero de mayo, 8. En deferencia, nos han reservado una parte de los décimos correspondientes al número que solemos jugar (52.979). La administración ofrece el servicio de recogida mediante mensajero, previo aviso y pago, o hacer ellos mismos el envío, previo pago.

Excepcionalmente y para aquellas personas que no pueden desplazarse hasta la administración, nos ofrecemos a hacer una recogida puntual de décimos. Para los que estéis interesados tenéis que seguir los siguientes pasos:

  • Ingresar o hacer una transferencia por el importe total de los décimos, SIN RECARGO, en el número de cuenta corriente de la ACAA e indicar vuestro nombre y la cantidad de décimos solicitada.
  • Después, enviarnos un correo o whatsapp para avisarnos antes del día 4 de octubre.
  • Cualquier petición que no cumpla estas condiciones NO será gestionada.

Nosotros iremos a comprarlos y los llevaremos a Alpuente en el puente de octubre. Podréis recogerlos ÚNICAMENTE durante los días 9 al 12 de octubre, en la Plaza de la Iglesia de Alpuente (preguntar por Carlos).

Saludos,

Carlos Pérez

Covid 19, la segunda ola

Covid 19

Pocos dudan de que nos encontramos en plena segunda ola de la pandemia. Los casos se multiplican día a día por un factor de 2 o más. El número de contagiados, el número de ingresos hospitalarios, el número de ingresos en UCI o el número de defunciones sigue el mismo patrón. El sistema de atención primaria se está viendo desbordado. Los hospitales de las zonas más afectadas, Madrid, Cataluña, La Rioja, Aragón, comienzan a tener problemas. Hay desabastecimiento del Remdesivir y si continúa el crecimiento exponencial de pacientes ingresados es posible que comiencen a faltar otros fármacos. Ya pasó durante la primera ola. 

Las autoridades sanitarias afirman, ya sin pudor, que la transmisión comunitaria está fuera de control.

La gran mayoría de ciudadanos muestra un comportamiento disciplinado y lleva las mascarillas según las recomendaciones. Y como siempre existe un reducido grupo de inconformistas, negacionistas, inconscientes o irresponsables que no cumplen las normas. 

Este es en pocas palabras el resumen de la situación. Un panorama no precisamente muy alentador, en el aspecto sanitario que está repercutiendo, como es lógico en el económico. 

Y mientras el ciudadano contempla la situación con enorme preocupación y se pregunta: ¿No se puede hacer nada?¿Qué está fallando? La  preocupación no es solo sanitaria, por sus hijos o ascendientes, sino también por su trabajo, por su propio bolsillo.  

Qué lejos queda aquel 31 de diciembre en que nos felicitábamos el año con la esperanza que este sería nuestro gran año, en el que se iban a cumplir nuestros deseos y realizar nuestros proyectos. ¡Que ajenos estábamos a lo que se nos venía encima!

Pero intentemos responder a las preguntas que nos hemos hecho. ¿Que podemos hacer nosotros para mejorar la situación?

1.- Reducir al máximo los contactos sociales. 

Uno cree que nada malo puede haber en dar un beso o un abrazo a nuestros seres queridos. Sin embargo ellos tienen su propia vida social y laboral y nada nos garantiza que no sean portadores asintomáticos. Ello incluye familia y amigos. Sabemos que buena parte de la transmisión comunitaria del virus se está realizando en el seno de las reuniones familiares o celebraciones, cumpleaños, bodas, bautizos o reuniones. Por otra parte nuestros hijos o nietos después del confinamiento han recuperado las relaciones sociales y juegan con sus amigos y compañeros: un factor más de riesgo para la difusión intrafamiliar. 

2.- Medidas de higiene que ya se han comentado como lavarse las manos, no tocarse la cara, llevar mascarilla o mantener la distancia social. 

¿Que deben hacer las autoridades sanitarias? Diagnosticar a los pacientes, identificar a los infectados asintomáticos, rastrear todos los contactos y aislarlos preventivamente hasta tener dos pruebas PCR negativas con un intervalo de unos cinco días entre ambas. 

Y aquí es donde tal vez ha fallado el sistema. Se abrieron las fronteras sin exigir PCR en origen y sin que se realizaran PCR a las personas que abandonaban el país. El número de rastreadores ha sido insuficiente y muchos de ellos se han incorporado a esta tarea sin formación o con una formación deficiente. Ante la falta de personal cualificado se ha descargado una vez más en la atención primaria una labor para la que no están ni preparados ni motivados. Un rastreador no se forma en un curso acelerado o con personal voluntario. El resultado es que el número de contactos que identifican está por debajo del índice que permite que el virus no se expanda. 

Quizá si el lector ha llegado hasta aquí le esté invadiendo el pesimismo. ¿Hemos llegado a un punto de no retorno y estamos condenados a que el virus se expanda sin control? La situación se puede revertir pero requerirá de mucha disciplina por parte de la población y un comportamiento más profesional por parte de las autoridades. 

Por último unas palabras sobre dos aspectos que no se han contemplado la vacuna y algún medicamento efectivo contra el virus.

Vamos a hablar primero de la vacuna. La vacuna no estará disponible para el público en general hasta el próximo año, como pronto. Así que queda un largo y oscuro  túnel que recorrer hasta su aparición. Pero además  la vacuna nunca confiere un 100% de protección. Podría oscilar entre un 60% en la hipótesis pesimista y un 80% en la optimista. Las vacunas pueden provocar efectos secundarios como todos los medicamentos y cuando se produce una vacunación masiva es posible que surjan problemas que no se contemplaron en el estudio inicial. La realidad siempre se muestra mucho más compleja de lo que creemos a primera vista. 

Por último un medicamento de eficacia probada frente al virus sería como el unicornio. Quien lo descubriera podrían poner en su “curriculum vitae” sin pudor la etiqueta de Salvador de la Humanidad. Sin embargo en la actualidad de todos los medicamentos que existen en el mercado el único que parece mejorar el curso de la enfermedad aunque no acabar con el virus es el Remdesivir. Es eficaz en aquellos pacientes que presentan una evolución tórpida o muy grave y acorta el curso de la enfermedad pero no siempre se muestra efectivo.

Así pues necesitaríamos un nuevo fármaco. Diseñar un medicamento eficaz contra una enfermedad puede tardar entre 10 a 20 años y a veces no se consigue nunca. De tal forma que deberíamos recurrir a las investigaciones que están ya en curso. Fármacos antivirales que hayan demostrado efectividad en otros virus y redirigir la investigación hacia el Covid. Pero esto llevaría no menos de unos 4-5 años siendo muy optimistas. 

Como habrás visto querido lector no son buenas noticias. No puedes controlar lo que hacen los demás o las autoridades sanitarias pero sí lo que haces tú y tu familia. Así que sigue las recomendaciones, restringe tu vida social a lo imprescindible, utiliza mascarilla, lávate las manos y como siempre me despido deseándote ¡suerte!

Continúa el cese temporal de actividades

Hola a tod@s,

Ante las constantes preguntas que nos han llegado por parte de socios, vecinos, residentes, participantes habituales en la actividades, etc… queremos recordar que debido a la actual situación sanitaria causada por la COVID-19 TODAS nuestras actividades para el 2.020 han sido canceladas.

Desde la Junta queremos hacer un llamamiento para que este verano seamos responsables y sigamos las normas y recomendaciones de las entidades responsables de nuestra salud.

Dado que en este periodo no se van a realizar actividades, este año NO se cobrarán las cuotas a los socios. A los que ya la hayan pagado les devolveremos el dinero.

Como consecuencia del cese temporal de actividades, este año tampoco se venderá lotería, ya que se aprovechaban los eventos para hacer su distribución. No obstante, para aquellos que por su cuenta quieran adquirir algún décimo, os indicamos el número que se ha jugado los últimos años y en qué administración se podrá conseguir.

Nº 52.979

Administración de lotería Nº 1 «La Millonaria» de Paiporta

Un fuerte abrazo

Carlos Pérez

Tesorero de la ACAA

Tiempos difíciles

Todos hemos visto películas de la guerra, ya sea la de Vietnam, la de Secesión americana o la más reciente sobre la primera guerra mundial “1917” de Sam Mendes donde se muestran hospitales de campaña con escenas desgarradoras. Los cirujanos deben actuar en cuestión de segundos, en ocasiones sin anestesia. Los heridos más graves serán atendidos los últimos. Apenas tienen posibilidades de supervivencia y por lo tanto no “hay que perder el tiempo con ellos”.

Los recursos son limitados, uno o dos médicos por cada sala del hospital de campaña, muy pocos enfermeros o auxiliares, la medicación escasea. Por tanto deben utilizarse de la manera más eficiente para salvar al mayor número de soldados. Esto se conoce como “medicina de guerra”
Vivir una situación así como profesional debe ser angustioso.

Evacuación de un herido durante la primera gran guerra

Esto es precisamente lo que se vivió en algunos hospitales españoles a finales de Marzo y comienzos de abril donde el número de pacientes que precisaban asistencia crecía de manera exponencial. Faltaban camas, faltaban sillas para que se acomodaran los enfermos, faltaban respiradores, faltaban equipos de protección personal, mascarillas, guantes. Los equipos de asistencia de los hospitales se encontraron desbordados. Las líneas telefónicas se colapsaron. Los médicos, las enfermeras, los celadores, los administrativos que vivieron aquellos momentos los recordarán como una pesadilla.


Por fortuna, jamás he tenido que vivir una experiencia semejante. Sin embargo, recuerdo de mi época de guardias en el Hospital, días de otoño o invierno durante alguna de las epidemias de gripe más graves las puertas de urgencias abarrotadas de pacientes, acompañantes nerviosos, el hospital al borde del colapso, médicos saturados, enfermeras sobrecargadas de trabajo, camas por los pasillos de pacientes pendientes de ingreso. Así pues no me resulta difícil imaginar los días que mis colegas vivieron durante esta terrible pandemia.
Todo ello viene a propósito por las órdenes que al parecer se dieron desde la mayoría de las administraciones autonómicas para que las personas mayores que se encontraban en residencias fueran atendidas en las mismas, cualquiera que fuera su estado de gravedad o sus necesidades clínicas. Esto sería inhumano en una situación de normalidad pero es una norma de sentido común en un momento de excepcionalidad como la pandemia que estamos viviendo. Sin duda a quienes se les ha muerto un familiar ya sea en una residencia o en su propia casa porque su anciano padre o madre no ha sido trasladado a un Hospital para ser atendido con todos los medios disponibles les parecerá injusto y cruel. Pero cuando los recursos son limitados por una situación como provocó el Covid 19 es obligación de las autoridades sanitarias utilizarlos de la manera más eficiente posible.
Los ciudadanos merecemos que se nos hable como adultos y no se oculte la realidad. La realidad fue terrible y se ocultaron ataúdes, escenas de dolor, sufrimiento, enfermeras llorando, médicos sometidos a una presión insoportable y teniendo que decidir a quien se le aplicará el respirador que ha quedado libre tras la muerte de otro paciente.

Algunos se asombran de que la juventud se muestre despreocupada y sin tomar precauciones.
China fue responsable porque ocultó al mundo la tragedia que estaban viviendo y maquillaron sus cifras. La OMS actuó negligentemente porque no mandó observadores ni informó de lo que estaba pasando y cuando lo hizo a comienzos de Enero lo hizo de manera muy poco contundente. Europa actuó mal por no cerrar fronteras y tomar medidas de aislamiento selectivo.
Y por fin nuestro gobierno actuó tarde y mal.
Es fácil criticar y sin duda a “toro pasado” todos somos muy listos. Pero hay países donde la epidemia no ha colapsado el sistema sanitario y no utilizaron medidas de confinamiento total. ¿Por qué? Comenzaron a realizar test de manera precoz, identificaron los infectados y a sus contactos, los aislaron de manera selectiva. Dotaron al personal sanitario de trajes de aislamiento eficaces. Aconsejaron desde el inicio las mascarillas y el distanciamiento social. En estos países la curva de infectados no ha dejado de crecer desde marzo pero lo ha hecho muy lentamente de forma que el sistema sanitario, los servicios sociales, las funerarias no colapsaron y han ido poco a poco absorbiendo la demanda asistencial. En ellos no hizo falta aplicar esas medidas de “medicina de guerra” y la asistencia sanitaria discurrió por los cauces habituales.
El virus está entre nosotros y hasta que no exista una vacuna, un medicamento eficaz o el número de personas que adquieran inmunidad alcance el 60 % de la totalidad de la población se producirán rebrotes y tendremos que vivir con este tipo de medidas. Esta es una realidad incontestable y debemos ser consciente que es posible que tardemos más de un año en volver a nuestras viejas rutinas, dar un abrazo a nuestras amistades, viajar en el metro sin mascarilla, acudir al gimnasio o a la piscina. Mientras tanto, utilizad mascarilla, lavaos las manos con frecuencia, socializar lo justo y necesario y… ¡suerte!

Anuncio COVID-19

Ante la situación que está aconteciendo en las últimas semanas y la imposibilidad de conocer el devenir de los próximos meses, la ACAA informa que suspende cualquier actividad, tanto de gestión como de organización, que se estuviera llevando acabo. De igual forma, aprovechamos para comunicar que las cuotas que ya se hayan abonado en el presente curso, serán devueltas a los socios en cuestión. Esperamos volver a la normalidad en la mayor brevedad posible.

Hackeados con final feliz

Hola a tod@s queremos informaros de que nuestra cuenta corriente ha sido ¡hackeada! y nos han cobrado varios recibos de compras que no hemos realizado, pero ¡no os preocupéis! porque tras una serie de gestiones hemos conseguido recuperar todo el importe sustraído de forma ilícita.

Para los neófitos en la piratería internauta os diremos que hackear es introducirse de forma no autorizada en sistemas informáticos ajenos con fines maliciosos como apropiarse de contraseñas, códigos de acceso, información de contactos o realizar cargos en una cuenta corriente como ha sido el caso que nos ha tocado.

¿Y cómo ha sido? Al parecer desde la cuenta que la Asociación tenía vinculada a PayPal se han realizado un total de 16 pagos durante 1 mes aproximadamente por un importe total del 1.023,39€ Esta cuenta la utilizábamos para las compras online de premios de concursos, material de papelería, bolsas de tela, etc.

¿Y cómo nos dinos cuenta? Durante una revisión rutinaria de movimientos de la cuenta corriente observamos que se habían realizado varios pagos a través de PayPal en páginas un tanto “sospechosas” sobre todo asiáticas y del tipo juegos online (actividades que no promueve la ACAA).

A continuación, os dejo el listado de los recibos extraídos sin consentimiento y que posteriormente nos fueron devueltos:

FECHA IMPORTE CONCEPTO
17/02/2020 -45,59 PAYPAL *CDKEYS.COM
10/02/2020 -117,02 PAYPAL *CDKEYS.COM
06/02/2020 -117,02 PAYPAL *TOPUP
05/02/2020 -117,02 PAYPAL *CDKEYS.COM
05/02/2020 -117,02 PAYPAL *CDKEYS.COM
04/02/2020 -50,68 PAYPAL *XSOLLAHKLIM
04/02/2020 -51,78 PAYPAL *XSOLLAHKLIM
31/01/2020 -82,74 PAYPAL *VOIDU B V
29/01/2020 -80,98 PAYPAL *XSOLLAHKLIM
28/01/2020 -25 PAYPAL *XSOLLAHKLIM
27/01/2020 -25 PAYPAL *XSOLLAHKLIM
27/01/2020 -35,39 PAYPAL *XSOLLAHKLIM
27/01/2020 -47,77 PAYPAL *CDKEYS.COM
24/01/2020 -25 PAYPAL *ANANDAGAMES
24/01/2020 -35,39 PAYPAL *ANANDAGAMES

Lógicamente desvinculamos la cuenta al instante y dimos aviso a Bankia para que no nos pasaran más recibos de PayPal. A día de hoy podemos respirar un poco mas tranquilos porque cuesta mucho esfuerzo conseguir autofinanciación para la Asociación como para que unos sinvergüenzas escondidos tras un teclado al otro lado del mundo se apropien del fruto de mucho sacrificio y horas de dedicación.

Hasta pronto,

Carlos Pérez

Tesorero de la ACAA

El fin del confinamiento

Covid 19

Al comienzo de la epidemia del Covid 19 escribimos un artículo sobre la necesidad del aislamiento y de permanecer en casa. Desgraciadamente hoy sabemos que la medida se tomó tarde y que el virus llevaba ya con nosotros más tiempo del que sospechábamos.

Muchos casos de gripe que los médicos de cabecera trataron a finales de Enero o principios de febrero es muy posible que fueran casos de Covid 19. Esto es tan solo una sospecha clínica pues los síntomas que presentaron esos pacientes eran muy similares a los que produce el coronavirus, dolor de garganta, malestar general, alteración del olfato y una recaída a los siete días con tos y molestias respiratorias. Entonces no se realizaron test de diagnóstico porque se suponía que el virus no había llegado a Europa. El primer caso oficial se registra en Lanzarote a finales de Enero en un turista. El 13 de Febrero en el Hospital Arnau de Vilanova fallece un paciente de 69 años que había estado en Nepal con un cuadro clínico que hace sospechar a los médicos que se trata de un Covid 19. Sin embargo la prueba solo se le realiza días más tarde postmorten.

Llevamos en confinamiento desde el 14 de Marzo y sin embargo los casos de contagiados siguen aumentando todos los días a razón de unos 4.000. El porcentaje es bajo puesto que el número total de infectados es en la actualidad muy alto. Nada tiene de extraño que cada vez vaya disminuyendo este porcentaje puesto que cada vez aumenta el número de infectados. Sobre 20.000 un porcentaje de 20% nos da 4.000. Pero si tenemos 200.000 infectados el 2% sigue dando 4.000. Lo sorprendente es que estando en aislamiento la mayoría de la población se sigan produciendo ese número altísimo de contagios. La explicación es doble por una parte la propia naturaleza del virus es decir su capacidad de infectar, de resistir a condiciones adversas es muy grande y por otra las medidas de protección de la población que tiene que prestar los servicios esenciales es insuficiente. Ahí está la elevada tasa de personal sanitario infectado, bomberos, policías, personal de funerarias o incluso sacerdotes.

Imagen de un hospital de campaña en 1918
Hospital de campaña en la epidemia de gripe de 1918

En la actualidad el aislamiento ha sido no selectivo, indiscriminado, forzados por la situación de alarma sanitaria con la finalidad de que el sistema sanitario no colapsara. Cosa que desgraciadamente no se pudo evitar.

Trascurrido un tiempo razonable ese aislamiento tiene que ser selectivo, dirigido a aquellos pacientes que tienen síntomas y dan positivo en la prueba, a sus contactos sociales y su entorno. Dirigido a la población de riesgo, los mayores de 65 años, las personas frágiles o en residencias y a buscar aquellas personas que no presentando síntomas pueden ser portadoras del virus y por lo tanto contagiar.

Esto significa realizar test con un nivel de sensibilidad y especificidad como la conocida PCR. Los test rápidos son muy útiles para identificar a los positivos pero en el caso de dar negativo presentan la incertidumbre de que se puede estar en un periodo de ventana donde se tiene el virus pero no se han desarrollado anticuerpos.

La PCR es una técnica compleja para realizar en un ambiente hospitalario y los test rápidos tienen la ventaja de poder realizarse a nivel ambulatorio con personal mínimamente entrenado. Se pueden establecer controles, como en se ha hecho en algunas comunidades autónomas, o en otros países europeos, Chequia, Alemania, donde se realizan sin ni siquiera bajar del coche. Son voluntarios, gratis y para todo aquel que quiera realizarse la prueba. No es necesario estar enfermo o tener síntomas.

Pero volvamos al comienzo ¿cómo podemos poner fin al confinamiento?¿Cómo debemos reincorporarnos a una vida más o menos normal?

Este es el dilema al que se encuentran sometidos nuestros gobernantes y la respuesta que dan los epidemiólogos no es del todo clara. Nadie está muy seguro de conocer la respuesta.

A lo largo de estos meses ya conocemos bastantes aspectos del virus, su tiempo de latencia hasta que da síntomas, su infectividad alta, el conocido como R0. En el caso de la gripe o influenza es de 1 en el caso del Covid es de 3, incluso algunos expertos hablan de R5. Es decir cada infectado contagia a 5 personas.

Sabemos que el Covid 19 ha venido para quedarse. Tarde o temprano se cruzará en nuestro camino tal vez cuando menos lo imaginamos. No podemos permanecer en aislamiento continuo pero podemos crear barreras que nos protejan del contagio, mascarillas efectivas, guantes, medidas de higiene, alejamiento físico. Nuestrto organismo está acostumbrado a los virus y a las bacterias y tiene mecanismos que nos protegen de estos gérmenes.

¿Pero cuanta gente no ha tenido contacto con el virus?. Si el aislamiento ha sido efectivo al volver a nuestra vida cotidiana volverá a producirse una oleada de contagios y el sistema volverá a colapsar. Para que esto no ocurra, ante la ausencia de una vacuna, hay que diseñar una nueva estrategia.

La primera es realizar pruebas a todo el personal sanitario y personal de riesgo. La segunda medida es identificar a los enfermos y aislar a sus contactos. Para ello hay que realizar test a la población sospechosa. La tercera realizar test aleatorios e indiscriminados, como señalábamos más arriba, a la población asintomática para conocer el porcentaje de la población que ya ha tenido contacto con el virus y el porcentaje que permanece sin haber desarrollado ninguna inmunidad. Conociendo estos porcentajes se pueden hacer proyecciones del número de personas que no ha tenido contacto con el Covid y hacer rcomendaciones.

En nuestra vida cotidiana como se ha comentado más arriba mientras no estemos seguro de si hemos desarrollado anticuerpos o no frente al virus debemos utilizar mascarilla, guantes y las medidas de higiene ya conocidas. Esta recomendación es especialmente importante en las personas de más de 65 años, enfermos crónicos, diabéticos, pacientes en tratamientos con inmunosupresores o tratamientos antitumorales.

Y por último pero no menos importante existen áreas o poblaciones libres de Covid o zonas donde el virus ha tenido una penetración mínima en estas zonas la actividad laboral y cotidiana podría y debería reanudarse pronto. Estas áreas deberían monitorizarse con especial cuidado para conocer el estado inmunitario de la población y que la personas de otras áreas que interactúan con ellas extremen las medidas de protección y distanciamiento.

Con esta estrategia el sistema productivo volvería a ponerse en marcha, la población tendría un nivel de protección razonable y el sistema sanitario recuperaría la “normalidad” sin que colapsara de nuevo.