REINOS DE TAIFAS
ALPUENTE, REINO MUSULMÁN
Los reinos de taifas surgen cuando en 1031 se declara abolido el Califato de Córdoba, dejando de ser ésta la capital del imperio árabe-hispano. La monarquía árabe se desmenuza en una serie de pequeños estados independientes llamados taifas. Llegaron al número de 23. Unos muy importantes como Servilla, Granada, Almería, Valencia y otros pequeños como ALPUENTE o su vecina Albarracín. En tiempos de la revolución de Córdoba se instala en Alpuente Abdalá ben Casim. Después de su muerte en 1030, sus sucesores se mantienen independientes formando el REINO DE TAIFAS DE ALPUENTE que duraría hasta la llegada de los almorávides en 1092, consolidándose durante esta época como un centro político independiente ayudado por su situación estratégica, un castillo inexpugnable y sus murallas y torres protectoras.
Durante este período, ALPUENTE es gobernado por cuatro reyes. Al primero, Abdala I ben Casim, le sucedió su hijo Mohamed ben Abdalá hasta 1042 y, a éste Mohamed ben Abdalá ben Izzodaula. Con el último, Abdalá II, termina el Reino de taifas de Alpuente, a la llegada de los almorávides. Durante la soberanía de los Casim se acuña moneda y se desarrolla diversas actividades comerciales. Por los años 1093, Ruy DíazRodrigo Díaz de Vivar de Vivar, llamado el Cid por los moros, preparando la toma de Valencia, hace su primera correría a Alpuente y su rendición le hace dueño de toda la Serranía hasta Requena. Es sometido al pago de un tributo de diez mil dinares por las huestes del Cid, igual a los pagados por Albarracín y superior a los pagados por Murviedro (Sagunto), Jérica, Almenara o Liria.
Sometido a los almorávides y posteriormente hacia 1171 a los almohades, comienza los intentos de conquista por parte de la Corona de Aragón.
Perteneciendo Alpuente a Zeid abu Zeid, rey de Valencia aliado de D. Jaime, el moro ofrece al cristiano los castillos de Peñíscola, Morella, Cuellar, ALPUENTE, Jérica y Segorbe, por su ayuda contra su enemigo Zaen. Cuando D. Jaime conquista Valencia, pasa a ser sometida por el rey Conquistador, posteriormente Villa real, marcando los límites de su término por la «sierra de Javalambre así como la de Castell Fabib, así como el término que parte de Aras y Santa Cruz y desde allí como hasta el término de Tuéjar y de Chelva y hasta el de Sinarcas que parte el término con Castilla». Es precisamente a partir de la conquista del Reino de Valencia por el Rey Don Jaime en 1238, cuando empieza a ser la historia más exacta y a exponernos con mayor claridad el lugar que ocupó la Villa de Alpuente. Su ubicación en la frontera del Reino con Castilla y Aragón y su especial situación defendida por la naturaleza del terreno, fortificada por muros y castillo la hacían necesariamente recomendada, sirviendo como barrera ante enemigos inmediatos.
Reino de taifas, término fronterizo y villa real, ALPUENTE desempeña un importante papel durante los siglos XI, XII y XIII.
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